arquitectura


Oficina de Información Turística y Centro de Interpretación de Guadix



Entre 1989 y 2001, se prepara una primera intervención para la ejecución de un edificio de dependencias administrativas del Ayuntamiento. En 2002 se comienzan, en paralelo, los trabajos de prospección arqueológica y restauración de las arcadas del s. XVI, las únicas originales que quedaron en pie tras un devastador incendio durante la Guerra Civil Española del 36.

Las excavaciones arqueológicas destapan trazas de edificaciones de la Colonia Julia Gemela Acci del s. II y sobre ellas la muralla medieval de la ciudad Wadi-as. Incluso un tramo de la propia muralla árabe y las estructuras escalonadas de defensa de una barbacana.

A partir de este momento el proyecto fue reconducido hacia un uso compatible con la lectura histórica de la ciudad, convirtiendo este hecho en la columna vertebral de la propuesta. La Oficina de Información Turística y Centro de Interpretación de la ciudad sería capaz de convertirse en vestíbulo de recepción de visitantes proponiendo la excavación arqueológica como muestra divulgativa de los valores culturales y patrimoniales que la ciudad encierra.

Trabajar con la ciudad heredada nos ha regalado la oportunidad de incorporar el patrimonio arqueológico de una ciudad milenaria a una edificación del s. XXI. Quizá sea ese el discurso callado del edificio: “el Tiempo”.

En una trama de ciudad histórica donde todo parece quieto, estable y detenido, la vida de la ciudad va cosiendo su propio devenir, pausado, pero inquebrantablemente continuo.

La edificación se asienta en el borde de la primera cerca amurallada de la ciudad medieval, en el flanco Norte de la Plaza de las Palomas. Esta Plaza, reconstruida e inventada tras la Guerra Civil por “Regiones Devastadas”, se organiza a modo de plaza castellana, con una estructura perimetral de soportales construidos con arcos rebajados y columnata toscana. Sobre las columnas, los blasones de la ciudad, símbolo de la toma de los Reyes Católicos y el escudo del Imperio Carolingio.

Nuestro trabajo ha consistido en aprovechar todo el complejo escenario de estructuras superpuestas e impregnar la intervención del aire de esta singularidad: la lectura del Tiempo.

Si la fachada de la plaza de las Palomas nos venía dada por sus pautas compositivas de huecos, macizos y alineaciones (las originales de las arcadas pre-existentes), la fachada hacia la calle Monseñor Ponce y Pozo, ya extramuros de la ciudad, estaba por desarrollar. Queríamos dialogar con esos lienzos de muralla, empleando sólidos y sencillos volúmenes de hormigón blanco, articulando los macizos con una noble celosía de madera, y sobre ella, un espléndidomirador hacia la Catedral. Otro de los regalos que nos ha aportado este trabajo.

Tres elementos pautan nuestra idea: un patio cubierto sobre las ruinas arqueológicas verdadero impulsor del espacio, el lienzo de muralla medieval formando parte inequívoca del proyecto y un gran mirador hacia la Catedral.

Nuestro planteamiento propone un espacio continuo, de fácil accesibilidad, en el que los restos arqueológicos sirven de prólogo al sentido funcional y conceptual del propio edificio. Es por ello que el acceso se ha situado estratégicamente al fondo propiciando un recorrido por los restos arqueológicos mostrando su verdadera trascendencia para la comprensión de la memoria histórica de la ciudad.

La Oficina de Información Turística se ubica en planta primera directamente sobre las arcadas del siglo XVI hasta el lienzo de muralla.

En la planta superior, situamos el Centro de Interpretación de la ciudad. Introducir al visitante en la ciudad, su territorio, su hábitat y su patrimonio es, no sólo el punto de partida, sino absolutamente imprescindible para un conocimiento de calidad de la ciudad de Guadix.


Vista general de los restos arqueológicos

Fachada de la Plaza de las Palomas

Vista de la Plaza de las Palomas

Vista general desde la calle Monseñor Ponce y Pozo

Vestíbulo de acceso

Lienzo de muralla medieval en planta primera

Vista del espacio central en planta primera

Espacio reservado para maqueta de la ciudad

Vista general de la sala de exposiciones

Vista hacia la catedral en planta segunda






Museo Santiago Ydañez
CONCURSO


PINTAR LO PINTADO. CONSTRUIR LO CONSTRUIDO

Santiago Ydañez utiliza su rostro como un lienzo. Un lienzo en blanco, lo pinta lo transforma, busca su pintura en su pintura, luego la trasporta a un cuadro, la manipula persiguiendo la fidelidad del instante y de la soltura del trazo y lo cambia de escala.

En cierta medida, nuestra propuesta pretende precisamente eso, construir lo construido: Utilizamos la Vicaría manejando las escalas de lo que envuelve y lo envuelto, como un edificio dentro de otro edificio, moviéndose por el horizonte con sus cuadros-ventanas, dejando que el olivar impregne el espacio.

Difícil quedarse con una obra de Ydañez. Nos quedamos con cinco. Nos ha llamado poderosamente la atención cómo un discurso tan sencillo puede ser tan plástico. Nos referimos a la serie de cinco autorretratos escritos con el gesto de las cinco vocales. Aquí arranca realmente nuestra propuesta, en el final del discurso de Santiago Ydañez, con la “U”.

La ampliación más natural de la Vicaría para Museo es precisamente en forma de “U”: con esta disposición unimos las dos antiguas naves y mantenemos el patio central en el que se disponen ciertos elementos arquitectónicos que juegan con la escala y el tamaño del espacio. Un espacio exterior abrazado por las prolongaciones de los volúmenes edificados. Manejamos la escala también en el interior del museo, acotándola en función del uso, intercalando espacios de doble altura que nos manifiesten el tamaño el espacio original. Esta forma de “U”, nos permite disponer de unos recorridos fluidos y flexibles que inviten a su paseo de forma pausada pero con absoluta continuidad.












Archivo Histórico de la Diócesis de Guadix
IGLESIA DE LA MAGDALENA















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